aspectos a tener en cuenta entorno a la ley
1. Introducción a la defensa personal
El objetivo del curso es lograr el descubrimiento de habilidades destinadas al combate callejero, que todos tenemos potencialmente, pero no desarrollamos hasta el momento en el que nos damos cuenta de esta necesidad (cuando generalmente ya hemos sido víctimas de algún ilícito).Caben destacar algunos aspectos de nuestro aprendizaje:-
No se trata de artes marciales ya que, en general devinieron en disciplinas competitivas donde generalmente sólo se entrenan y aplican técnicas de torneo, y se desarrollan en un ámbito protegido con profesores y árbitros, todo lo contrario de la Defensa Personal (D.P.).
-Dada la relativa simplicidad de técnicas en la defensa persona, no se requieren gran cantidad de años de práctica para ponerlas en ejecución como en las artes marciales, donde el buen desempeño requiere de una formación atlética. Igualmente, debe quedar en claro que la "magia" de las artes marciales consiste precisamente en la repetición de estímulos (defensas, ataques) infinidad de veces para que éstos se hagan una segunda naturaleza y se expresen espontáneamente cuando sean necesarias.
Esto es totalmente válido para la defensa personal.
Por ello, las técnicas que veremos,
deberán ser practicadas y repasadas mentalmente todo cuanto sea posible, hasta "hacerlas íntimas" a cada uno. Este es quizás el principio fundamental para lo que nos proponemos; nadie puede esperar el adquirir conocimiento sólo con una leída pues el resultado esperado no se expresará en el momento de ser objetos de una violencia imprevista.- Dentro de lo posible, se deben realizar algunas practicas técnicas con ropa similar a la que usamos habitualmente para salir a la calle, no con un karategu, judogi o kimono para artes marciales.
-Además se debe ir incorporando paralelamente, un pensamiento previsor de actitudes defensivas aplicables ante ataques en los lugares que frecuentamos y tenemos mayores posibilidades de ser victimizados. En síntesis, es cuestión de dominar algunos movimientos físicos, pero también de estar preparados psicológicamente (atención y confianza) para reaccionar adecuadamente en situaciones de violencia donde "todo vale" para obtener
"UN MÁXIMO DE EFICACIA CON UN MÍNIMO DE ESFUERZO".
2. Cuestiones legales:
Antes de profundizar en los aspectos defensivos, debemos saber que toda agresión callejera, puede tener dos tipos principales de consecuencias:
1) En la salud de la víctima o del agresor (heridas o muerte), lasque también se trasladan al entorno de los protagonistas (familia, trabajo, etc.).Además, con frecuencia la víctima aún sin haber sido lesionada corporalmente,puede quedar con secuelas psicológicas de largo tratamiento.
2) Consecuencias legales por supuesto, que no pretendemos atacar a nadie,por lo que cualquier tipo de violencia ejercida sobre quien nos agrede parecería justificada.Sin embargo, para la Ley esto no es tan sencillo y debemos tener presentes algunos principios que con algunas variantes son comunes a la legislación delos diferentes países. Básicamente, si en nuestra defensa causamos daños, para obrar conforme a la ley debemos probar que ejercimos la llamada "legítima defensa" es decir,la protección de uno mismo o un tercero de una agresión ilegítima, con racionalidad en los medios y que no haya existido provocación por parte del que se defiende.
O sea, que el defensor no causó el ataque, no está impulsado por venganza u otros intereses que el de protección y que el medio utilizado no excede los parámetros de razonabilidad: no puedo defenderme de un puñetazo provocando heridas con un cuchillo, salvo que mi oponente sea un profesional de las artes marciales o el boxeo por ejemplo, ya que en ese caso sus manos pueden provocar daños graves y son consideradas como armas capaces de causar la muerte.Y en relación a esto, se debe tener en cuenta que el concepto de "arma", no sólo está reservado para las de fuego y las blancas, sino para todo elemento que aumenta el poder ofensivo de una persona, pudiendo ocasionar lesiones y aún la muerte.Pero asimismo cabe destacar que el haber optado por la confrontación, obedece al hecho de que nos ha sido imposible evitarla, es decir, no pudimos neutralizar la situación , ni escapar de la misma sin riesgo físico (huida). De todas maneras, éstos son conceptos que desarrollaremos más adelante, y por ahora cabe destacar que la mejor salida de un enfrentamiento callejero es evitando el uso de la fuerza, por sus posibles consecuencias:-muerte o daños a la salud psicofísica-problemas judiciales-posibles venganzas
Finalmente, se deben tener en cuenta también las
circunstancias en las que ocurren los hechos: no es lo mismo defenderse por la noche de un ladrón, que en pleno día de un individuo nervioso o con sus sentidos alterados por la in-gesta de algún tipo de droga. En este caso debemos prever que la justicia puede considerar en algunos casos, que el mismo estaba en inferioridad de condiciones dado su estado, y si causamos daños, debemos comprobar que no había otra posibilidad mediante testigos y otros medios adecuados.
3.LA ACTITUD
Debe quedar claro, que todo lo que sigue a continuación, es solamente una herramienta útil para mantener la salud y la seguridad individual. De ninguna manera nadie puede creer en la existencia de técnicas infalibles al respecto, pues en el enfrentamiento real existen gran cantidad de elementos y variables que determinan la singularidad de cada caso y que hacen imposible prever su dinámica en la dimensión completa. Cuando hablamos de defensa personal, nos referimos a un estado psicológico incorporado
a nuestra rutina, y caracterizado por un estado permanente de alerta que, sin llegar a un comportamiento paranoico, permite una rápida reacción ante una situación de violencia. Esto sería producto de meditar correctamente en formas de proceder ante imprevistos, y de ejercitar frecuentemente las técnicas que veremos a lo largo de este curso, y que deben poder ser aplicadas en forma refleja (ante una agresión desencadenada, no hay tiempo de ponerse a pensar en la respuesta más eficaz).Pero, antes de llegar a esta instancia, caben mencionar las "distancias" fundamentales que se manejan en un enfrentamiento callejero:
1) Distancia preventiva: es la ideal para la DEFENSA PERSONAL ya que permite evitar el conflicto y no produce consecuencias; por ejemplo, si caminando de noche debo pasar por un parque poco iluminado y donde sé que se reúnen frecuentemente pandillas o es común que se robe a los transeúntes, seguramente al hacer un rodeo por una calle iluminada o más transitada, evité ponerme en riesgo o hacerme temporalmente más vulnerable.
pero la defensa personal no se refiere tan solo a las posibles situaciones de pelea, si evito esperar el tren muy cerca de las vías (lo que no acarrea ninguna molestia adicional), quizás me ahorre que la llegar, alguien apurado me empuje delante de la máquina en forma accidental.
2) Distancia verbal: esta se establece cuando uno ya se encuentra inmerso en un conflicto, y es la de negociación. Todavía está latente la posibilidad de disuadir al oponente y salir de la situación sin ninguna consecuencia, pero también puede ocurrir lo contrario: que se perciba el agravamiento del conflicto y darse cuenta de que se va a ser objeto de agresión física. Nunca se debe olvidar que lo siguiente en ocurrir suele depender del comportamiento de la víctima, es decir, de los estímulos que lleguen al agresor.
3) La distancia física: es la del contacto; puede llegar sin pasar por la distancia verbal pero en caso que derive de esta, ya se debe haber recogido información de interés del medio cantidad de atacantes, posibles vías de escape; elementos que puedan servir para la defensa; existencia de testigos; estado emocional del oponente; puntos vulnerables del mismo, etc. Se desencadena al ser atacado o en forma anticipatoria, cuando uno por signos (nerviosidad del contrario, crecimiento de su enojo, etc.) decide atacar primero para reducirlo, o para ocasionar un daño que permitan unos instantes de distracción y poder huir.
4). Ejercicios
FUNDAMENTOS
Permanentemente, estamos pasando por diversos estados de vulnerabilidad es decir, somos más o menos propensos a ser considerados víctimas. El delincuente común, por supuesto va a elegir al menos complicado en el momento de atacar, y va a preferir a quienes perciba como menos aptos para defenderse por cuestión de edad, salud, sexo, distracción (alguien mirando una vitrina), descuido (llevar una cartera colgando a la espalda, o la mano con reloj en la ventanilla de un vehículo).
a) El primer ejercicio consiste en dedicar unos momentos en las caminatas a ponerse en el rol de un ladrón para saber a quiénes y por qué uno se decidiría a atacar.Observar qué factores nos dan confianza sobre algunos individuos como para considerarlos presas potenciales y cuáles hacen que descartemos a otros.
b)El segundo ejercicio, también en la calle, es tomar consciencia de las personas que nos rodean y determinar su actividad, si se hallan camino al trabajo, o se encuentran merodeando; si algunos están solos pero parecen comunicarse visualmente con otros de las cercanías (lo que podría indicar una bandita de ladrones que esperan algún descuido y que, al sentirse observados,no nos elegirían para victimizarnos). Realizar periódicas detenciones ante vitrina y, con una mirada rápida, percibir si alguien realiza el mismo camino que nosotros.
c) el tercer ejercicio
es una continuación de los anteriores: se trata de explotar el medio para potenciar nuestra capacidad ofensiva, así es que nos entretendremos en observar elementos que nos sean útiles a esos fines en cualquier lugar donde estemos. Por ejemplo: útiles contundentes como palos, trozos de hierro, paredes; objetos punzantes (paraguas, lápiz, taco fino, vidrios); arrojadizos (piedras, tierra,llavero) y todo lo que la imaginación pueda aplicar al objetivo.
Finalmente: se reitera que el objetivo no es andar en la calle como un loco paranoico sino que, realizar todo esto a modo de entretenimiento, llevará gradualmente a desarrollar la observación y la capacidad de estar preparados en forma natural, fijándose estos hábitos en nuestro comportamiento sin que nos demos cuenta.